miércoles, 5 de noviembre de 2014

NO TODOS QUIEREN EMPLEADOS QUE SE DEDIQUEN ÚNICAMENTE A TRABAJAR

Cuando piensan en selección, muchas compañías presumen que los empleados únicamente trabajan por plata y creen que basta elegir individuos que cumplan la tarea. No es prioritario encontrar seres humanos  activos, responsables y conscientes de su papel.

El trabajador como persona pasa a un segundo plano, no interesa conocer su vida, intereses e ilusiones pues de él solo se requiere su talento o competencias.

Sin embargo las organizaciones necesitan personas que les faciliten la vida, que se preocupen por la empresa, que sean honestas, que digan la verdad completa y que se comprometan a servir.
Los empleadores no buscan simples transacciones (dar plata a cambio de trabajo), buscan personas con buena actitud,  que no se limiten solamente a  cumplir. Requieren, desde un gerente preocupado y auténticamente comprometido por el futuro de la compañía,  hasta una recepcionista verdaderamente interesada por orientar a los visitantes y proyectar una buena imagen corporativa. Se necesitan trabajadores que vayan más allá de sus evidentes responsabilidades, que se comprometan y gustosamente den lo mejor de sí.

Las áreas de selección además de buscar gente competente deben enfocar toda su energía en encontrar seres humanos con quienes se pueda construir  relaciones genuinas que aprecien el trabajo y quieran crecer con la organización.

No basta llenar una vacante, se necesita encontrar la persona correcta. Hoy, antes que buscar talentos que gestionar o tratar de encontrar gente efectiva, se requiere encontrar personas íntegras y comprometidas.

CÓMO MANTENERSE ENFOCADO EN SU EMPLEADO IDEAL

Defina su empleado ideal – El primer paso será por supuesto, definir lo que para usted significa ideal. Una buena forma de averiguarlo es identificar los que actualmente considera ideales, aquellos de los que piensa “si tuviera diez empleados más como este, la vida sería maravillosa”. Tenga en cuenta cualidades como motivación, compromiso, confiabilidad, lealtad, entusiasmo y en general todas aquellas manifestaciones de personalidad que considera primordiales.

Comuníquelo abiertamente – Al interior de su empresa y al mercado en general. Asegúrese que todos sus empleados, desde el área comercial hasta contabilidad y despachos, entiendan perfectamente las cualidades y valores personales que para la empresa generan gran valor.

Verifique antes de contratar –
Tenga en cuenta que: Las competencias son el conjunto de capacidades, habilidades y conocimientos que posee una persona. Son fruto del entrenamiento y la experiencia pero para su adquisición el individuo ha de disponer de ciertas aptitudes y rasgos de personalidad que ayuden a desarrollarlas y que determinan el desempeño de un rol laboral.


Asegúrese que su sistema de selección incluya la medición  de personalidad, ética y valores que le permitan identificar las cualidades personales acordes con la definición del empleado ideal.