Cuando piensan en
selección, muchas compañías presumen que los empleados únicamente trabajan por
plata y creen que
basta elegir individuos que cumplan la tarea. No es prioritario encontrar seres
humanos activos, responsables y conscientes de su papel.
El
trabajador como persona pasa a un segundo plano, no interesa conocer su vida, intereses e ilusiones pues de él solo
se requiere su talento o competencias.
Sin embargo
las organizaciones necesitan personas que les faciliten la vida, que se
preocupen por la empresa, que sean honestas, que digan la verdad completa y que
se comprometan a servir.
Los
empleadores no buscan simples transacciones (dar plata a cambio de trabajo),
buscan personas con buena actitud, que no se limiten solamente a
cumplir. Requieren,
desde un gerente preocupado y auténticamente comprometido por el futuro de la compañía,
hasta una recepcionista verdaderamente interesada por orientar a los visitantes y
proyectar una buena imagen corporativa. Se necesitan trabajadores que vayan más
allá de sus evidentes responsabilidades, que se comprometan y gustosamente den lo mejor de sí.
Las áreas de
selección además de buscar gente competente deben enfocar toda su energía en
encontrar seres humanos con quienes se pueda construir relaciones
genuinas que aprecien el trabajo y quieran crecer con la organización.
No basta
llenar una vacante, se necesita encontrar la persona correcta. Hoy, antes que buscar talentos que gestionar
o tratar de encontrar gente efectiva, se requiere encontrar personas íntegras y
comprometidas.
CÓMO
MANTENERSE ENFOCADO EN SU EMPLEADO IDEAL
Defina su
empleado ideal –
El primer paso será por supuesto, definir lo que para usted significa ideal.
Una buena forma de averiguarlo es identificar los que actualmente considera
ideales, aquellos de los que piensa “si tuviera diez empleados más como este,
la vida sería maravillosa”. Tenga en cuenta cualidades como motivación,
compromiso, confiabilidad, lealtad, entusiasmo y en general todas aquellas
manifestaciones de personalidad que considera primordiales.
Comuníquelo
abiertamente –
Al interior de su empresa y al mercado en general. Asegúrese que todos sus
empleados, desde el área comercial hasta contabilidad y despachos, entiendan
perfectamente las cualidades y valores personales que para la empresa generan
gran valor.
Verifique
antes de contratar –
Tenga en
cuenta que: Las competencias son el conjunto de capacidades, habilidades y
conocimientos que posee una persona. Son fruto del entrenamiento y la experiencia pero para su adquisición
el individuo ha de disponer de ciertas aptitudes y rasgos de personalidad que
ayuden a desarrollarlas y que determinan el desempeño de un rol laboral.
Asegúrese
que su sistema de selección incluya la medición de personalidad, ética y
valores que le permitan identificar las cualidades personales acordes con la
definición del empleado ideal.