martes, 14 de julio de 2020

PSICOLOGÍA, NEUROCIENCIA Y MANIPULACIÓN EN LAS REDES SOCIALES. Por: Marco Muñoz. Psicólogo CAP


En los medios de comunicación y especialmente a través de las redes sociales, circulan mensajes con el claro propósito de influenciar nuestra conducta y opiniones apelando a nuestros sentimientos básicos y cegando nuestra razón.

Utilizan estrategias derivadas de la psicología y la neurociencia activando estructuras relacionadas con el pasado evolutivo del cerebro  para manipularnos sin que nos demos cuenta de ello.


El Cerebro del Reptil

Existen en el cerebro estructuras relacionadas con respuestas instintivas y que compartimos con los reptiles, algunos lo llaman el cerebro del reptil.

Para sobrevivir un reptil no necesita pensar sino reaccionar frente al peligro, huyendo o atacando. El cerebro humano posee estas estructuras ligadas a las respuestas de supervivencia y responde eficientemente cuando percibe un peligro verdadero, pero también se activa frente a mensajes cargados emocionalmente que lo hacen actuar irreflexivamente reforzando sus opiniones y prejuicios.

El Cerebro límbico

Existen también otras estructuras (cerebro límbico) que regulan nuestro comportamiento emocional, para alimentarse, reproducirse e interactuar en grupo. Se aprecia en animales sociales que cooperan para sobrevivir, como las manadas de lobos y antropoides, este cerebros se activa cuando el grupo es amenazado y cuando se requieren respuestas comunes para proteger la manada, es así como se producen las estampidas o el ataque organizado sobre un predador.  Los seres humanos también reaccionamos instintivamente y con furia si percibimos que nuestra familia o grupo es atacado. Pero como el ser humano posee un lenguaje, también reacciona instintivamente sin mayor reflexión frente a un mensaje en redes sociales que implique peligro para el grupo. Esto explica la virulencia imperante en las redes, pero sobre todo la efectividad de los mensajes cargados emocionalmente que apelan a la defensa de nuestro grupo y al ataque del supuesto enemigo con el cual no se habla sino para insultarlo y/o destruirlo. Somos nosotros  o ellos. Se les adjudica una etiqueta: "la oligarquía", "la izquierda", "la derecha", "los comunistas" "los uribistas"  y se reacciona emocionalmente frente al rótulo sin intentar comprender sus razones, pues nuestros instintos primarios solo quieren proteger al grupo de los enemigos a los cuales no hay que entender sino destruir pues el problema es de superveniencia.

El Cerebro Racional (neocortex)

Lo que diferencia el cerebro humano del cerebro animal, es la presencia de los lóbulos frontales que permiten el razonamiento, la planificación,  la previsión y el análisis objetivo de las situaciones, no reacciona instintivamente sino analiza, comprende, prevé y formula planes de acción a mediano y largo plazo. Intenta entender las situaciones en su complejidad, es capaz de ponerse en el lugar de su adversario, entender sus razones y actuar estratégicamente.
 No se deja arrastrar por la emoción del momento sino ve más allá de las comunicaciones, estudia su contexto y es consciente de los intentos del manipulador. No reacciona sino piensa y actúa racionalmente. Sabe que Sentimientos como la indignación y el odio a pesar de que puedan ser legítimos oscurecen la razón y facilitan la manipulación.

Muchas veces frente al peligro, los lóbulos frontales se inhiben y somos manejados por el cerebro del reptil y el cerebro límbico. No razonamos, sino que nos emocionamos, actuamos y formamos opiniones, frente a quien amenaza nuestra supervivencia o nuestro grupo.

Manipulación

Esta tendencia a reaccionar y no razonar es utilizada ampliamente por los expertos en manipular nuestro comportamiento por medio de mensajes que actúan sobre nuestro cerebro, sin que seamos conscientes de ello.
Estos mensajes van dirigidos al cerebro del reptil y al cerebro límbico que constituyen el 85% de nuestro cerebro y por tanto son muy poderosos.

Pautas para reconocer los mensajes construidos para manipular:

1. Utilizan palabras dirigidas a nuestro cerebro emocional. Como el propósito es provocar odio, utilizan términos denigrantes como matarife, guerrillo, paraco, violador de niños, asesino

2. Proclaman que nuestra supervivencia está en peligro amenazada por un enemigo que conspira contra nosotros.  Nos presenta un enemigo intrínsecamente malo, pues es explotador, asesino, ricachón, hambriento.

3. Utilizan el sentimiento de manada declarando que quien no esté de acuerdo es un traidor, muestran que el enemigo nos destruirá y el único camino es destruirlo antes de que nos destruya.

4. Buscan una respuesta básicamente emocional presentándonos como víctimas de la explotación y de las sucias maniobras de los otros.

5. Pero sobre todo simplifican la situación señalando que el enemigo es uno, los capitalistas, la ultraderecha, la izquierda internacional, el imperialismo. Para los manipuladores es importante que haya un solo enemigo, el cerebro del reptil no puede manejar situaciones complejas, en donde haya diversos grupos de interés. El mundo se divide entre los malos y los buenos, no caben otros actores: es la derecha o es la izquierda, son los capitalistas neoliberales o el comunismo internacional.

6. Proponen una solución simple: hay que acabar con los malos, este es el comportamiento primitivo, que puede movilizar el cerebro del reptil y por lo tanto atacar, huir o paralizarse lleno de odio, sin darse cuenta de que está siendo manipulado.

Como Evitar Ser Manipulados Utilizando El Cerebro Racional

A. Para evitar ser manipulados es importante reconocer que la manipulación existe y que esta se realiza a través de mensajes que apelan a nuestras emociones y cerebro primitivo.

B. Que si utilizamos nuestro cerebro racional es posible reconocer los hechos complejos y formar una libre opinión.

C. Identificar los mensajes que intentan manipularnos dirigiéndose a nuestro cerebro primitivo con palabras cargadas de fuerte contenido emocional, generalmente descalificadoras de un oponente que se muestra como malévolo, mal intencionado y poderoso.

D. Utilizar el cerebro racional, el cual con un análisis lógico y desapasionado examina la comunicación desde un punto de vista objetivo, evaluando las fuentes, buscando argumentos basados en hechos y cifras, evitando cualquier sesgo emocional que nos impida ver la realidad de las cosas.

E. Ser conscientes de que mensajes con chistes o ridiculizaciones, a pesar de ser ingeniosos y provocar nuestra risa, van dirigidos a nuestro cerebro primitivo. Podemos disfrutarlos, pero no creer en ellos ni mucho menos considerarlos argumentos válidos.

F. Estar atentos para no ser utilizados, cuando se maneja emocionalmente nuestra atención para desviarla de los verdaderos problemas, utilizando cortinas de humo para impedir un análisis objetivo y el develamiento de los verdaderos problemas.

G. Abstenernos de reenviar mensajes manipulativos por respeto a la integridad e inteligencia de los demás.

Tenemos derecho a ser libres y formar libremente nuestras opiniones, con seguridad podemos lograrlo si impedimos que manejen nuestras emociones, utilicemos nuestro cerebro racional.