La mala conducta es contagiosa
La investigación concluye que incluso los empleados más honestos se vuelven más propensos a cometer mala conducta si trabajan junto a una persona deshonesta.
Sin embargo, no todos los empleados sometidos a malas influencias se comportaron mal.
Cómo prevenir el contagio de la mala conducta
Los conocimientos y las normas sociales relacionadas con la mala conducta se transmiten a través de canales informales, como las interacciones sociales que son, los que en última instancia, producen la cultura corporativa, pero no todas las personas son igualmente influenciables, ni ceden tan fácilmente a las tentaciones.
Prevenir los malos comportamientos implica no solamente conocer y entender la comunicación informal sino evitar que las “manzanas podridas” ingresen a la organización, por esto los procesos de selección además de las competencias profesionales deben centrarse en la persona del empleado en tres aspectos:
1. Primero detectar aquellos empleados con historial de mala conducta, esto protege a la organización de personas que ya vienen contaminadas.
2. Segundo evitar contratar empleados con características de personalidad que los haga proclives a malas conductas pues evitaremos a aquellas personas que aun cuando no se hayan comportado mal son susceptibles de mal comportamiento cuando hay oportunidad o son fácilmente influenciables para incurrir en malas conductas.
3. Buscar personas que por sus características de personalidad tengan la capacidad de resistir las tentaciones, pues está demostrado que no todas las personas cometen ilícitos cuando sus compañeros lo hacen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario